Se había decretado que el mundo terminaría antes de lo esperado.
Sólo quedaban un par de semanas -14 días- antes de que simplemente
todos desapareciéramos, no con catástrofes, no con colisiones de
cometas ni pandemias universales. simplemente desapareceríamos, sin
dolor, sin alegría, sin una luz demoledora, sin darnos cuenta de
nada. No importaba que nos metiéramos en bunkers, nos fuésemos a la
isla del pacifico más alejada y sola, que nos metiéramos en un iglu
rodeados de pingüinos emperadores en medio del polo sur, dejaríamos
de existir y nadie sería testigo... bueno, quizás los pingüinos.
Cada cabeza es un mundo, pero la
noticia no provoco tantas reacciones como se esperaba. incluso la
gente que estaba deseosa de hacer disturbios -faltos de imaginación
los hijos de puta- fueron alegremente encerrados y ejecutados en los
primeros dos días después de dada la noticia por policías que por
primera vez hacían con gusto, y profesionalismo su oficio -Dios los
bendiga en el infierno- el resto de la gente se decidió por opciones
menos conflictivas, desde las personas autenticas que decidieron
seguir su gris y patética existencia sin cambio alguno hasta el
final; los que se retiraron de su mundo dejando una nota a sus
familias, cambiándose de nombre y ciudad e intentando vivir como
otra persona gris pero diferente a la que eran; unos más también se
dedicaron a fornicar con lo primero que se encontraban en la calle,
naturalmente ellos no soportaron más de 5 días antes de suicidarse
sintiéndose jodidos -como si cinco días corridos de sexo pudieran
arreglar de golpe todas sus broncas y complejos y dejarlos
satisfechos con sus vidas antes del eminente fin- otros estaban ya
demasiado sumidos en el mundo como para poner atención en el fin de
este. Hubo otro grupo -al que pertenezco- que decidimos que el fin
del mundo no nos iba a quitar nuestro tan deseado momento de morir,
pero no queríamos suicidarnos en masa como fanáticos religiosos o
adolescentes en concierto de placebo. merecíamos una muerte mejor.
La gente “culta” es insoportable.
lo primero que se nos ocurrió fue ir a museos, a galerías,
conciertos de música concertual y ópera, terminar de leer los
libros que no terminamos, nos pusimos a pintar, a hacer ballet
(ridículos) y poemas (más ridículos) y para colmo organizamos
excursiones contra culturales a los lugares que de otra forma jamás
conoceríamos y que de otra forma jamás nos atreveríamos a visitar:
un “tokin” de rock urbano en nezahualcoyotl, un baile vecinal con
cumbias y salsa en tepito, un reven de high energy lleno de maricones
en azcapozalco, una “ida de pinta” a chapultepec usando el metro
como forma de transporte, con menos de $20 en la bolsa y usando
uniformes escolares. embriagarnos de puro pulque en el primer
chiringuito humilde que encontráramos en Hidalgo, ir a misa en la
Merced y cosas por el estilo. Nuestro ultimo evento: una fiesta común
y corriente en un salón de fiestas común y corriente.
¡Dios bendiga a los grises, a los
inconscientes y a los estoicos! Después de veinte intentos
encontramos un salón de fiestas en tlahuac con la mitad de la
plantilla laboral dispuesta a trabajar en tan excepcionales
condiciones, afortunadamente también nuestro grupo era reducido,
apenas 54 personas; la más anciana la Doctora Zabala de 67 años que
era como la tía putativa de todos nosotros, y la más joven Lorena,
la hija del Profesor Crúz y la maestra Durán, que tenía casi 15
años, el fin del mundo llegaría 2 meses antes de su fiesta de 15 y
la agarramos de pretexto para hacer una típica fiesta de XV años y
justificar nuestra «fiesta del fin del mundo»
La pobre y emocionada Lorena sólo tuvo
5 días para prepararse con todo y chambelanes, lo que incluía
escoger y comprar el vestido, ensayar el vals, incluso algunas de las
mujeres cultas decidieron ayudarla e ir con ella a hacer todo ese
jolgorio, quizás como consuelo de no haber tenido esa fiesta ni como
homenajeada ni como madre de homenajeada. Mientras tanto los
miembros del “club de la muerte premeditada in extrmis antes del
final” (como mamonamente nos hacíamos llamar) seguimos
dedicándonos a “vivir de tal manera que la muerte valga la pena”
lo mas absurdo de esto es que esos días, los vivimos como en sueño,
estábamos embriagados de alcohol, drogas o simple euforia y en
general la sensación de la ciudad era como un extraño simulacro de
una para-existencia que nunca podría llegar a ser autentica; todo
era demasiado premeditado, todo era como un ensayo, y en realidad no
vale la pena intentar describir los sucesos de esos días, quizás
nunca estuvimos tan desesperados y quizás nunca nos habían visto
así, pero el mundo lo pasaba por alto: ¿qué consuelo puede haber
en estas instancias?
En realidad si hay algo que vale la
pena rescatar de esos días: Durante una visita al MUNAL conocí a
Gema. Fue literalmente una bella bella y predestinada coincidencia,
ella llevaba un velo blanco y sin querer le había caído sobre la
cara, yo llevaba puesto un bombín y le daba una mordida a una
manzana... asquerosamente ideal el momento en que nos conocimos. Casi
de inmediato coincidimos en nuestras posturas y forma de ser,
extrañamente ella no tenía ningún inconveniente con mi apariencia
y ella me parecía terriblemente apegada a mi estereotipo de mujer
bella y atractiva. Después del MUNAL fuimos a tomar café y luego
unas cerveza, le comente los hechos del “club de la muerte
premeditada in extrmis antes del final” y le parecieron graciosos,
se nos unió en un par de salidas pero principalmente la nos veíamos
a solas. Un par de días antes de la fiesta de XV final para Lorena
le di una invitación y ella acepto con mucho agrado, acto seguido le
propuse ir a fornicar [hasta el momento no lo habíamos hecho] pero
ella dijo: ”no... eso que sea para la fiesta de Lore... durante el
brindis nos escabullimos y terminamos lo que haya que terminar uno en
brazos del otro” Era una propuesta demasiado obvia para rechazarla.
La calle estaba en verdad vacía. Creo
que la gente se ha ido a desaparecer por ahí. Puedo ver a Gema
esperándome bajo un farol, se ve tan bella, sola y predestinada a
mi. Nos tomamos del brazo y nos vamos por las calles vacías a la
fiesta, nuevamente parecíamos la pintura de Caillebote de las calles
de París en un día lluvioso. Al llegar al salón de fiestas dimos
el santo y seña y fuimos recibidos por la feliz Lorena y sus
orgullosos Padres, fuimos llevados a nuestra mesa, que idoneamente
queda cercana a las escaleras de servicio. Gema y yo intercambiamos
caricias con los pies bajo la mesa y no dejamos de hacernos guiños y
sonreír complicemente durante la recepción. El animador de la
fiesta esta a punto de dar el anuncio del brindis pero pide animo y
gritos... todos en el salón gritan y alzan los brazos “la mesa que
tenga mejor ambiente se ganará una botella” hay más gritos, en mi
mesa la Lic. Correa esta muy animada, es sin duda la que más grita y
alza los brazos, de pronto su marido se levanta, la abraza y la saca
en brazos ella sigue gritando como poseida, sus gritos se pierden en
la calle y en la noche. Gema y yo intercambiamos miradas y
coincidimos que lo mejor es reír y brindar. La noche se vuelve sub
realista. Para tener sólo unos días de ensayado el Vals de Lorena
resulto estar bien bailado y ante todo ser discreto, creo que no hubo
tiempo para incluirle pasos ridículos. Después del Brindís y la
coreografía de Lorena -incluidas las palabras de padre, madre y
padrinos- todos nos levantamos a bailar el vals...
Ay, Ay, Ay, Ay
Take this waltz, take this waltz
Take it's broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With it's very own breath of brandy and Death
Dragging it's tail in the sea
There's a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There's a bar where the boys have stopped talking
They've been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Take this waltz, take this waltz
Take it's broken waist in your hand
This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
With it's very own breath of brandy and Death
Dragging it's tail in the sea
There's a concert hall in Vienna
Where your mouth had a thousand reviews
There's a bar where the boys have stopped talking
They've been sentenced to death by the blues
Ah, but who is it climbs to your picture
With a garland of freshly cut tears?
Gema
derrama un par de lágrimas, yo la acerco a mi pecho y le beso la
frente, terminamos el vals casi inmoviles y el mundo parece detenerse
y correr más rápido a la vez...
¿esto es
vivir, esto es amar? El simple roce de sus manos hace que mi
respiración se entrecorte y la quiera fundir a mi en un abrazo. Gema
se separa de mi pecho, me mira a los ojos y parece desbordada por las
emociones, estoy seguro que ella misma ve esa expresión en mi
mirada. “voy al tocador, sube en tres minutos y seguimos con el
plan” me dio un beso en los labios y su mirada fue la más jugetona
y picara que jamás le vi.
Fui a mi
mesa, tome un trago, consulté mi reloj. Lorena se besa
apasionadamente con cada uno de sus chambelanes atrás de la mesa
principal, sus padres están demasido entretenidos en ellos para
poner atención a su hija. Se viene el fin, se siente en el aire,
nadie presta atención a nadie, es hora de alcanzar a Gema. Subo las
escaleras, escucho pasos, Gema esta de espaldas junto a la puerta de
las escaleras de servicio parece que observa algo... la puerta se
abre ¿quien es él? Él y Gema se besan, ella voltea, me mira, sus
ojos muestran remordimiento pero mucha decisión, con esa mirada lo
toma de la mano y desaparece con él por la puerta de servicio rumbo
a la escalera... NO QUIERO DEJAR LA EXISTENCIA CON ESTA DECEP